19.7.10

Cara de bolita, contigo he de memer

Solo yo oí su voz cuando dormía.
Y aunque su nariz estuviese mirando al techo, grabé como en una buena cinta, el sonido infinito de su respiración.
Había comodidad, calor y frío.
Sudor y miedo, saltos inesperados de puro susto.
Había pasión y ternura.
Y aunque estuviese cerca de su boca, llamaría al intento de no someterme a lo carnal. Esto no se basa en placeres ni en sexo sino en lo más puro del alma que se ha elevado por sobre la sociedad y lo mundano.
Haz sufrir al corazón que solo una vez se rompe, que solo una vez muere.
Las demás son solo caricias ácidas a flor de piel, que si vienen de ti, quiero tenerlas.
Quiero vivir y morir luego, déjame hacerlo entonces.

Ámame hasta los pies, que he de caminar contigo infinitos amaneceres hasta que tu pecho y el mío sean uno solo y vayan a bailar juntos de la mano en tantas noches de alegría. Mi corazón es un péndulo entre la calle y nuestro amor.