Es tan fácil perder la razón

Hoy, aunque no estás, todo es pequeño.

Tengo un corazón pequeño,
El cuarto se me hizo pequeño,
Mi respiración fue lenta y mi apetito pequeño,
Y pequeños mis ojos, por no verte más.

Mi estómago está pequeño, quizás debió haber sido así siempre.
Mi vida se hizo pequeña, ahora creo el lunes me traerá una alegría, porque cuando se refiere la vida a ti, eres una de las cosas más raras que me hace feliz.

Solo tengo un miedo pequeño y es que mi amor deje de ser grande,
Yo no estoy jugando contigo ni conmigo,

Estoy caminando con la esperanza de que un día me vas a extrañar y el amor será tan grande que hará a todo lo demás diminuto.

(Menos a pelupipo, a él también lo he escuchado llorar) 

Te lo juro

Te juro que no puedo extrañarte más.

La falta de tu dulzura ha hecho que la insulina me coma. 

Me comió absolutamente todo. 
Se comió mis ojos y lo que había delante de ellos y te juro que no puedo ver más. 
Se comió mi estómago y todo lo que había dentro de él y te juro, te juro que no puedo comer más. 
Se comió mis palabras y todo el amor que las abrazaba, por eso te juro que no puedo decir más. 
Se comió mi agonía y el saber que agonizaba, me dejó como un fantasma, se comió mis ganas y mi esperanza, se comió mi imagen de ti tan bella sobre mi cama, se comió mi vida sin avisarla. 

Pero hubo algo que devoró por completo:
El querer controlarlo todo, el querer vivir al milímetro, el querer seguir tus pasos a donde fueras, el llenarme de perfeccionismo, el desconfiar de lo que se acercara, el llamar en horas altas, el subirme sin preguntar a tu cama, el dormirme fijándome en si me abrazabas, el querer ser siempre amada. 

Ahora todo el mundo me dice que la vida cambia, pero ellos ni siquiera saben vivir.
Dentro de mí me dicen que me estrellé, que volví a ser, pero que mi corazón no deja de amarte tan fuerte, tan fuerte.