Tiempo de despertarse enseguida, de caerse de la cama sin entender al alma,
tiempo de ser firme, de enfrentar decisiones, de no llorar de madrugada, porque sí.
Tiempo de saludar, con una y dos manos, con besos y suspiros, con abrazos,
tiempo de decir adiós, de marchar y emprender rumbos desconocidos, de no extrañar a nadie.
Tiempo de no temer, de adentrarse en misterio, intriga, pasión de uno, peligro,
tiempo de interrogar, buscar respuestas, matar falsos profetas, desmentir falsas verdades.
Tiempo de saber de amor, de atrapar el cielo con las manos, de tener una luna distinta cada noche,
tiempo de curar heridas, de borrar cicatrizes, embellecer la piel, de besar lunares.
Tiempo de no conformarse, de buscar más allá del punto, de agregar una coma,
tiempo de corregir ortografía, monotonía, gallardía, de renovar la membresía.
Tiempo de fin de insultos, habladurías, rompecorazones sin miradas tiernas,
tiempo de lavarse las manos, de comer parados, de tragar amarguras.
Tiempo de terminar de hablar, de callar enseguida, de prometer hasta luegos,
tiempo de enorgullecerse de las sabias palabras, de escuchar silencios,
tiempo de disfrutar lo bueno que se nos viene.
2 comentarios:
Tú lo has dicho, y con toda entereza.
Tiempo de descruzar las extremidades, empezar a andar, no mirar atrás y decirle no a la pusilanimidad...
Vamos, ¡VAMOS!
¡va-moooooooooos!
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