30.4.09

Sin miedo

Tendré que abrir los ojos para olvidarte,
llorar un poco para nadando llegar a ti.
Tendré que darme cuenta de que estoy sola,
para así algún día recorrer tu piel.
Lo cierto es que nada fue verdad
y que ahora me desmayo y lloro sin piedad,
sin piedad de aquellos besos que un día me hicieron respirar.
Porque aquella tortura no hizo mas que asfixiarme el corazón,
clavarme una daga en el pulmón,
y quizá con racumin habría pensado en matarme yo.
Que fuiste la locura más cuerda de mi vida,
locura de amarte, pasión prohibida.
Que en los besos que me diste,
entró la lengua con la que mentías,
con la que mentías cuando decías que me amabas,
que me amabas todavía.

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