5.12.10

Yo soy Alegría

Es hacer una coartada con el tiempo e invitarlo a ceder mientras baila.
En azulejas montañas puedo verte caminar, puedo recordar que me hiciste reír interminables veces y hoy me cambiaste el sol de la mañana, cambiaste todo, todo por un fuego cualquiera.

Inexplicables son las veces en las que pienso en predecirme, en tropezar con tu voz en mis sueños, con tus manos quizás en las manos de otra persona; de ver tus ojos en el cielo, sí, en algún lugar de ese triste velo.

Quiero gritar que te extraño y no debo, quizás debo y no puedo, más bien creo que puedo y no lo haré. No lo haré porque me da miedo, ya tuve suficiente con este tormento, ya papá, dime cuándo de verdad me vas a querer.

2.10.10

Aprenderé a pronunciar versos interminables si te quedas esta noche y muchas más.‏

Y empecé a darme cuenta de que lo que salía no era Luna,
sino tu sonrisa.
De que más allá del cielo,
el infinito solo tiene tu nombre.

Supe,
inalterablemente,
que no importa cuánto dure la tormenta y tampoco si luego sale el sol,
siempre y cuando, en la tormenta,
estén tus ojos abrazándome el alma.

Atendí,
presté atención y esa música que traía el viento,
no era otra sino tu voz.

Respiré,
sentí la brisa del mar enjuagarme la cara,
sentí el olor ese que lava el alma,
y te sentí, eras tú.

Dormí,
desperté en tus ojos y me di cuenta de que nada más es eterno,
solo tú.

Supe,
que contigo visito todos los días,
un parque de imaginaciones en mi diversión;
que después de todo,
puedo descansar en ti,
mi paz.

Y me quedé en tu mirada,
asentí con la voz,
perpetué mi estadía a tu lado,
suspiré muy fuerte en tu oído,
cometí locuras que ni había presentido,
corrí desnuda por el pasadizo de tus piernas,
le tiré una bofetada a la soledad en la cara,
animé mis dudas,
enfrenté mis miedos,
recorrí la infinidad de tu piel,
asimilé la lactosa,
aullenté inseguridades,
resucité mi hiperactividad,
quemé desesperanzas,
defendí todo lo que te amo,
me llené de paciencia,
aprendí a esperar, a calmar,
canté "Dulce Navidad" de nuevo.

15.9.10

“Ya en ese momento era muy tarde para empezar a conocerse”

Se sabía que todo coincidía, sí. Que cualquier otra cosa que hubiese pasado habría enturbiado su destino. 
Tenía en la palma de la mano un Abril de antaño, un cuervo y llagas en el corazón, un iracundo beso en el pecho y en el alma una ligera canción que prometía versos, desvelos profundos de amor.
  • Dice que sus ojos del cielo se enamoraron, que surcaron mares en búsqueda de su voz, que gritaron tormentos en su propio oído pero su alma herida y muerta de nuevo nació, desde el infierno subió.Yo no sé desde cuándo, digo, ella sabe sentirse así. Y es que la verdad, la verdad solo la sabe el cielo, solo esos que la vieron renacer desde el dolor. Porque su alma estaba podrida, estaba inundada de dolor, carcomida por el viento, por ese aire ácido que envenena la piel.
  • “Amanecí en tus ojos y me di cuenta de que nada más es eterno, solo tú”Y desperté. Claro lo dije, claro. ¡Fuerte y claro! Esta vez, al fin amaneció, dejé de vivir en ese invierno perpetuo y desperté. Mi vida se animó, se llenó de noches de piel en luna llena y abrazos al amanecer. Y he de admirar ese arte que columpia, que mueve sus dedos de lado a lado y, cual estilógrafo, crea momentos que en mi imaginación antes ni existían. Y crea vida, y puedo encontrar más allá del alma, la complejidad de la belleza de su amor.
  • “Los ojos son el espejo del alma”Mírame, mírame que no me quiero perder un segundo de ti. Quiero eternidad, prometo mi eternidad.

19.7.10

Cara de bolita, contigo he de memer

Solo yo oí su voz cuando dormía.
Y aunque su nariz estuviese mirando al techo, grabé como en una buena cinta, el sonido infinito de su respiración.
Había comodidad, calor y frío.
Sudor y miedo, saltos inesperados de puro susto.
Había pasión y ternura.
Y aunque estuviese cerca de su boca, llamaría al intento de no someterme a lo carnal. Esto no se basa en placeres ni en sexo sino en lo más puro del alma que se ha elevado por sobre la sociedad y lo mundano.
Haz sufrir al corazón que solo una vez se rompe, que solo una vez muere.
Las demás son solo caricias ácidas a flor de piel, que si vienen de ti, quiero tenerlas.
Quiero vivir y morir luego, déjame hacerlo entonces.

Ámame hasta los pies, que he de caminar contigo infinitos amaneceres hasta que tu pecho y el mío sean uno solo y vayan a bailar juntos de la mano en tantas noches de alegría. Mi corazón es un péndulo entre la calle y nuestro amor.

30.6.10

Déjame vivir y morir luego

En este momento quiero escribir sobre Pertenencia. Aclaro que escribo esto con el sentimiento de no saber a dónde se pertenece y sabiendo que mi corazón es un péndulo entre ella y la calle.

Separemos pues, la infinidad de números en dos posibles conjuntos conocidos; imaginarios y reales. Nótese que toda teoría matemática ha demostrado ser transitoria y hoy el cero {0} se considera par.

Ubiquémonos (seres humanos) en los imaginarios pues desde ya, somos complejos.
Si bien polos opuestos se atraen podemos recurrir fácilmente a que en caso de que seamos nosotros {0}, es decir un número real haciendo la excepción, “k” (la constante que es invariable) no pertenece a los irracionales, ya que sabemos se halla en los naturales enteros racionales reales.
Pues promulguemos a lo más importante en forma de “k” y recurramos a ponernos en el lugar de los reales ya que así podemos advertirnos más rápido de la ecuación.

Mencioné que polos opuestos se atraen, es decir, que un número no pertenece al otro con signo inverso, en esto concluyo en que {1} no pertenece ni está incluido en {-1} y viceversa. Así podemos darnos cuenta fácilmente de que no nos pertenecemos los unos a los otros y menos aún cuando nos atraemos.

Posiblemente podamos derivar los números imaginarios o complejos en algún momento pero, ¡espera!, yo no quiero ser un corazón en deriva, entonces ¿qué hacer?
No podemos establecer razones claras ya que si hacemos una razón de cuatro a dos en cuanto a los números imaginarios, posiblemente podamos incluso hasta racionalizar y obtener una relación pero, siguen siendo imaginarios así que no perdamos tiempo ya que solo obtenemos una relación inversamente proporcional o directamente viable aunque en otro caso, atreviéndonos a simplificar valores complejos, nos quedamos con números reales con origen complejo-imaginario y esto no me parece lo mejor para el problema.

Un número imaginario no es racional, es decir, en mi opinión, tampoco es razonable ya que si pensamos en nosotros mismos, no somos razonables vistos desde un punto de vista matemático-existencialista como debe de ser en este momento.
En cuanto hallamos una ecuación con una constante “k = <-oo; oo+>” tendemos a pensar en que, como me dijo un gran amigo, esta sería la constante del amor, o sea la vida, o sea el cosmos, o sea la persona a la que se quiere y se ve como motivo de vivencia absoluta en el momento más difícil.

Pero, ¿qué hacer cuando la constante de mi vida no está respondiendo y se está viendo inmersa en el conjunto exterior a lo conocido? Pues dar impulso al péndulo hallado en mi pecho. Explíquese esto de una mejor manera, pensar en que la constante ha desaparecido y ha decidido alejarse paralelamente porque aún se piensa en el otro, que se le ha auspiciado de números inhóspitos y calcinantes con los cuales nos encontraríamos en diversos puntos críticos y quedémonos entonces con los mayores e iguales a cero, porque no hay cómo quedarnos sin nosotros, a pesar de no tenernos considerémonos igual como un punto cerrado en la recta.

No puedo concluir con esta ecuación. No puedo intentar descifrar el sentimiento de angustia y el de deseo, es por esto que nos hallé en los complejos, porque si de alguna forma podemos plantear ecuaciones, no plantearé una que no pueda ser resuelta ni por la vida misma. Quedémonos con que “k” no pertenece a {0} y “Amor” no es un conjunto vacío ya que se encuentra “k” dentro de él.

19.6.10

Quien no le puso el nombre, fue más importante de lo que hubiese creído.

Creo que nunca hubo un día tan desafiante para Bartolomeo Ólmipus Desdeiré como el 02 de Noviembre de año 2008.
Quién hubiera dicho que en la misma calle, en el mismo barrio y en el mismo país estaría su hermano gemelo.
Leopoldo Umazán Ferqués fue arrancado de los brazos de su madre luego del nacimiento, la cara oculta del poder lo reportó como muerto para cubrir la muerte de otro bebé, heredero a varios millones de dólares de la mafia más grande habida en su cauteloso país.

No solo en Bagdad suceden estas cosas, inclusive, suceden todos los días frente a nuestras propias sucias caras. La verdad es que de no haber sido rico Leopoldo Umazán Ferqués, hubieran estado ambos en la misma situación de robar y matar a cambio de dinero, el fin justifica los medios, dicen.

Ludovica Tamames Gutiérrez ya tenía listo el nombre de su primogénita, lo raro es que ella nunca deseó una. Ella, era hija de padres huérfanos ambos, qué coincidencia, coincidencia también que hubiera aparecido en la tienda de platería en la que Leopoldo Umazán Ferqués realizaba su misteriosa y cotidiana operación "terobolacajita". Este entraba pidiendo limosna a la vendedora, sacaba un arma y silenciosamente y con sutileza se llevaba el dinero de la pequeña caja de ventas.
Nadie dice que uno debe de estar en su casa todo el día, la verdad es que es ilógico que andemos pensando en que se nos va a aparecer la Coincidencia en persona.

Ludovica Tamames Gutiérrez entró con el propósito de pedir la limosna que Leopoldo Umazán Ferqués supuestamente quería, y pues claro que lo que quería era dinero, dinero sin consentimiento de nadie.
Ella era una muchacha joven. Cuando vio a la viejita de la tienda temblando de pavor no tuvo otra reacción que gritar "¡Fuego!". Leopoldo, asustado, dirigió el arma hacia la vendedora y le disparó. Para salir de la tienda necesitaba pasar por sobre Ludovica así que no tuvo otra opción que molerla a balas también.

Leopoldo Umazán Ferqués salió corriendo de la joyería, dobló la esquina y se percató de que aquel hombre de la basura, el mendigo de la cuadra, lo estaba persiguiendo y vaya que tenía buen físico.

En el acto, Leopoldo chocó estrepitosamente contra Bartolomeo Ólmipus Desdeiré. Ambos, se quedaron anonadados con el parecido que hallaron entre ellos, es así que el señor de la basura golpeó fuertemente a Bartolomeo (por equivocación) y cuando lo hubo tumbado y dejado inconciente, llamó a la policía pues ya el otro hombre había largado.

Es posible que de no haber muerto Ludovica y Plácida Ocampo Torres, la cajera, mi vida hubiera sido de lo menos triste.

Luego de que encarcelaron a Bartolomeo Ólmipus Desdeiré, mi esposo, padre de 8 niños, no volví a presenciar otro cuerpo de varón desnudo, esto, porque a mi esposo le soy y seré fiel hasta que el cosmos decida que en cuanto a mí concierne, sea feliz.

No hubo más abrazos desesperados, ya no nos pudimos abrazar el corazón. Era aterrante el abrazo de tres que me acompaña desde ese oscuro día en la cárcel de Puajní; él, la reja y yo.
Hay días en los que la coincidencia se muestra como la mejor compañera de travesuras de ácida piel, días en los que decir gracias no basta y en los que un te quiero no quiere significar más que un solamente te amaré desde mis adentros. Pero hay sueños como este en los que solo existe un tipo de coincidencia, la coincidencia de morir y seguir viviendo, de sonreír y no estar sintiendo.

Ayer se probó que Bartolomeo Ólmipus Desdeiré no fue el asaltante de aquella joyería. Hoy 20 de Junio del año 2010, faltando nada más que un mes para su liberación, puedo decir que he vuelto a sentir como lo hacía antes de aquel día. Siento mariposas en la panza, no tengo ganas de comer porque ya se me ha inundado el pecho de besos guardados, yo solamente espero que cuando él esté aquí, nos vivamos como ya lo hemos hecho con la mirada en ese cuarto gris que a pesar de frío, volvimos al color de carne y deseo. Y uno tome la mano del otro, en un afán de ceder-ceder, en un deseo de ganar-ganar, pero no ganar más que a nosotros mismos, y después de encontrarnos en esa discrepancia de almas gemelas, besemos heridas que ya queremos y empezamos a ignorar.


Porque una imagen desplaza a otra, un beso suyo/mío desplazará todas mis/sus heridas y con un grito en carne viva te amaré.

10.6.10

Dénle 6 días

Y de saber que el drama me consumiría, no lo hubiese vuelto a intentar.
Pero, ¿qué queda después responder con ambigüedad tantas preguntas que ahogan? ¿qué deberé sentir cada vez que los celos te separen más de mí? Yo hasta ahora me pregunto y tú hasta ahora callas.

Trátese todo entonces de esa inseguridad que abruma, a mí, a ti conmigo, a ti con nadie. Esa que me deja perpleja de vez en cuando, de cuando en qué, de mal en bien. La que me deja pensando tristemente en cuánto más me podré estresar, solo por saberte responder esta vez.

30.5.10

"Así me iré escribiendo a pie hasta calle La Locura, así me iré inválida a recorrer tu piel hasta toparme con tu amargura"
AMG

"Y yo te esperaré en la esquina, esperanzado en que tu caminar no sea lento y que tampoco sea retrasado. Recorre todo lo que quieras, igual muero en invierno."
FDQE

13.5.10

Y he de asfixiarme de inspiración porque pensé que ya no volverías

Y he de vivir aquí,
aquí para demostrarte todo lo que siento,
porque este tormento de demencias partidas ya no quiere ceder.

Y he de mostrarme así,
así para descubrir en tu extraña amargura ,
cuánto amor me tienes, cuánto más que yo, me quieres.

Y he de reírme así,
así para que nuestros versos bailen juntos,
para que después de las treinta lunas llenas
mi corazón y el tuyo vayan a nadar a ese mar dulce de la mano.

Y he de tocarte así,
así porque mis manos son el mejor mensajero de mi cuerpo,
son quienes mejor podrían conocerte excluyendo mis labios,
desde luego.

Y haz de mentirme así,
con esa insaciable e incandescente,
con esa admirable pero inocente,
gran sonrisa que en mi universo se dibuja con falsa admiración.

Y haz de morir por mí,
porque detrás de tu sobriedad hallo yo,
el apartante sonido de tus besos,
el último suspiro al oído,
el no quiero seguir más sin ti.

Y haz de precipitarte a mis manos,
a esos no pulcros tan provocantes dedos,
a ese “sí pero no” que te dicen mis senos,
a ese vive conmigo todos tus desvelos.

Quiero verte desnudarte por completo,
quiero que me muestres tu sinceridad, tu cara sin el velo,
quiero que me dibujes un cielo de ilusiones en el cuello,
quiero, que me ames tanto como yo a ti te anhelo.

Puedo, entonces, pedirte una muestra de pubertad,
un sí a los impulsos que más nos unen,
un ayer a las dos noches que nos quedan por la edad,
un estrepitoso pero alarmante “siempre”,
una lágrima que esté corriendo por tus adentros,
un grito desentrañado de tu locura,
un perdón que volca de tus lamentos,
un “vuelve” perdido en suspiros latentes,
un respiro tristemente caliente,
un último beso que no me deje olvidar cómo se siente,
cómo me sientes, cómo te sientes.

9.5.10

En vida, cada fracción es lo mismo que un todo.

Tiempo de despertarse enseguida, de caerse de la cama sin entender al alma,
tiempo de ser firme, de enfrentar decisiones, de no llorar de madrugada, porque sí.

Tiempo de saludar, con una y dos manos, con besos y suspiros, con abrazos,
tiempo de decir adiós, de marchar y emprender rumbos desconocidos, de no extrañar a nadie.

Tiempo de no temer, de adentrarse en misterio, intriga, pasión de uno, peligro,
tiempo de interrogar, buscar respuestas, matar falsos profetas, desmentir falsas verdades.

Tiempo de saber de amor, de atrapar el cielo con las manos, de tener una luna distinta cada noche,
tiempo de curar heridas, de borrar cicatrizes, embellecer la piel, de besar lunares.

Tiempo de no conformarse, de buscar más allá del punto, de agregar una coma,
tiempo de corregir ortografía, monotonía, gallardía, de renovar la membresía.

Tiempo de fin de insultos, habladurías, rompecorazones sin miradas tiernas,
tiempo de lavarse las manos, de comer parados, de tragar amarguras.

Tiempo de terminar de hablar, de callar enseguida, de prometer hasta luegos,
tiempo de enorgullecerse de las sabias palabras, de escuchar silencios,
tiempo de disfrutar lo bueno que se nos viene.

9.4.10

La obscuridad mató al mentiroso

Y escribir sin concordancia alguna; si la comida llama por el color, la obscuridad llama por el dolor. Siento que escribo chueco, ¿y si todo esto solo lo pensé? Eso es lo bueno de los apagones, nos destinan a lo que nunca debió ser.

Llevo en el pecho algo grave, como si de mi pecho no se tratara, como si esa silla no estuviera ahí bien sentada con sus patas, como si Irma no estuviera estudiando con una vela. Y yo escribiendo ciegamente, tiernamente pobre y a mano alzada, tibia y se va enfriando, suave y se va azperando, versos que no puedo corregir.

Textos del pasado con tiempos del presente, un reloj atrasado que asusta a la gente, almohadones en el piso y centinelas gobernando, un traje cobrizo para hacer el amor con Armando.

Bayuya me significa, siempre me hace significar, hace que signifiquemos, adopta cuerpo solitariamente y mata, de vibraciones mata, de versos lascera, de almas mi control remoto es. Es.


Me apuro; corro despacio, escribo rápido; amo rápido y sueño lento; me desvisto lento y me enamoro del diablo. Me ato las muñecas, empiezo a ceder, caigo, me muevo y recibo órdenes, órdenes desesperadas que esperan que yo responda y así es, porque amo servir, servirte, servirme.

Y empiezo a sentir frío, a consolar penas, a rayar cuadros, a conocer mis escapes.
¿Quién espera que yo de mi lengua hable? Si es el músculo más fuerte de mi cuerpo, ¿por qué hoy no puedo levantarme?

Vuelve la luz y no vuelves nunca, no vuelves siempre y aquí está lo que escribí. Hoy puedo cerrar los ojos, imaginar mis pestañas para mis adentros, y encontrarte en carne y hueso, aún entero y sin corazón, oir que me amas, tocar la llema de tus dedos y eternizar tu piel.

25.3.10

Poema a la "M" de Mejores

Me he enfermado con razones que me explican de por qués, yo no soy perfecta, ni hija de un marqués. Soy lo que crece junto a la mala hierba deseando no enredarse con ella, soy brisa de un mar que ansía ser dulce, soy luz de luna en pleno anochecer, pero soy lo que pasa lentamente y la gente no olvida, soy latente.

Eres tú, así de permanente en esta vida. Eres y serás muchas veces, más que mi única salida, eres luna que alumbra una ciudad, eres mar que perfuma y eres, también, agua que baila al rededor de lo que crece junto a la mala hierba deseando no enredarse con ella.
Eres, cómplice de mis actitudes, juez de mis órdenes, risa de mi alegría, confianza de mis palabras, cariño de mis sentimientos.


Eres mártir de mis ironías,
yo, presa de tus desventuras.
Eres ángel de laberintos,
yo, un camino en las estrellas.
Eres la vida en el piso sin cuenta,
yo, el cincuenta de tus noches de amores.
Eres agua de desierto,
yo, oxígeno de la luna.


Eres, soy y somos, dos muy diferentes, atados a una amistad que no se mira a los ojos pero sabe de felicidades.

12.3.10

¡Hemingway, maldita sea!

-¿Quieres un trago? Ahm, no... ¿Una gaseosa?
-¿Qué crees que quiero, vomitar?
-Tú siempre vomitas.
-Claro que no, sólo cuando estoy borracho.
-Pero paras vomitando en tu casa.
-Eso cuando estoy borracho.
-Pues aún puedo impedir que vomites la mía.
-Dije que vomito sólo si estoy borracho.
-Sí pero siempre estás vomitando.
-Claro que no.
-Lo dices porque estás sobrio.
-Pero yo no paro vomitando.
-Tú paras vomitando pero te cuesta aceptarlo.
-No vomito cuando estoy sobrio.
-No lo aceptas cuando estás sobrio.
-Yo acepto que vomito.
-Sí pero siempre estás vomitando de un lado a otro.
-Claro que no es verdad.
-Sí lo es, no vomites.
-No vomitaré porque estoy sobrio.
-Parece que hasta finges que estás sobrio para no vomitar.
-No estoy vomitando, me tengo que ver con unos amigos, adiós.
-¿Te vas a un bar?
-Posiblemente.
-Vomitarás el bar.
-No lo haré.
-Claro que sí porque estarás ebrio y dijiste que cuando lo estás, vomitas.
-Pero no siempre lo estoy.
-En los bares siempre lo estás, lleva una camisa por si te ensucias.
-No vomitaré.
-¿No tomarás?
-No dije eso.
-Lleva una camisa.
-No lo haré.
-¿No vomitarás?
-Tampoco dije eso, y no, ¡no vomitaré!
-Lleva la camisa.
-Deja de joder o te vomitaré ahora mismo.
-¿Ves? Dije que ya estás ebrio.
-No lo estoy.
-Lo estás, amenazas con vomitar.
-Vomitaré si sigues fastidiándome.
-Yo no te fastidio más, pero lleva la camisa.
-No vomitaré.
-Siempre dices lo mismo.
-Y nunca vomito.
-Nunca dices la verdad.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana, que vomites bien.
-Tú también.
-Yo no vomito.

22.2.10

Estas son mis credenciales, no hay males que duren más que yo.

Empiezo aclarando que no la dejé de querer en ningún momento, aún se me mueve la vida cuando me lleno de sus pensamientos pero así lo decide el cosmos por nosotras.

Polvo de ceniza que anda caliente y calcinante, es eso lo que cubre mi corazón y lo hace pesado como de plomo, por eso necesito dos manos más que me ayuden a cargarlo. ¿Dónde encontrarlas? Ahora es que me doy cuenta de que gente que vale la pena como para ayudarme a sanar no hay mucha.

"Ahora que te amo más alla de lo irreconocible, intento descifrar en tu mente cuántas soluciones caben de lo posible y de repente también admiro eso, lo felizmente incompatible"

Llévame al fondo del mar, en donde el frío mate sentimientos, ahí donde duermen los cangrejos. Yo gentilmente puedo bajar con un traje de buceo y ese tubito que de rato en rato si me distraigo, me hace tragar agua salada, la que baja hasta mi corazón y lo quiere cicatrizar. Voy con esas aletas que para qué, son de gran ayuda para avanzar porque quisiera ser un pez y no perderme en este mar.

No, no hay forma ni justicia en romper así un corazón.
¿Dónde está la culpa? ¿Dónde está el culpable?

Sentencia: Dolor perpetuo.
Jueza: La Vida.
Juzgado: Del tiempo.
Penal: De los dramáticos.
Culpable: Órgano inanimado.

Échame a mí la culpa de lo que pase, cúbrete tú la espalda con mi dolor.
Raramente aquí nadie tiene la culpa de enamorarse.

10.2.10

Mientes

Déjame escribirte con estos escalofriantes escrúpulos, que aunque tengo.. pienso en qué querré pensar tener ayer. Déjame ensuciarte la boca con la miel indomable, esa que me supedita a tus besos color carne y ternura tremendamente maldita.

Tengo un lado de mí que ama la incesante voz del despertar y no querer volver a dormir. Abre la lata de atún que empapa hasta mi almohada de ese grito de mar que llevo dentro de ti en esa divina mente influenciada por mí.

Cuando Diógenes vio ese campo de mi cara de marte supo que en este planeta se está acabando el agua, de seguro estaba asustada de ver mis lágrimas cuarteadas cayendo por ese rostro incandescente lleno de canela y ají en polvo color fluorescente.

Tú que puedes hacer ver a un ciego, oír a un sordo y sanar al marihuanero... ¿podrás en mí picar cebolla sin hacer que lágrimas caigan sobre tu algodón de arroz y azúcar? No tengo hambre, pero ansiedad de ti tal vez. Ansiedad de comer sobre tu pecho color astronauta llevado a la gloria del cielo por el sonido de una enigmática flauta.

Mientes en esa mente inaudita llenada hasta el tope de presentes corrientes.

27.1.10

Si tú no vuelves Soledad

Oye Soledad, si tú no vuelves, ¿se me calcinará el corazón de este sentimiento tan ardiente?
¡Pero, por favor respóndeme! ¿a dónde te has ido? ya ni te extraño, ya ni te busco, y menos te amo, una mano caliente me ha tocado por dentro. Sí, adentro. Se halla en los escombros esos que tú bien conoces, lugares implacables de mi ser que con tus uñas sin limar y malpintadas, destrozaste terriblemente, haciéndome llorar lágrimas de sangre, haciéndome sangrar lágrimas que arden.

Esta mano es diferente, esta mano me sana, me sana y me hace sentir por sobre los cielos, cura todas las heridas que me dejaste, maldita. Las cura todas y pone un aviso que te prohíbe regresar a mí. ¿Cómo pude vivir agonizando contigo tanto tiempo? pues ahora me ha despertado y no quiere que vuelva a sentirme así, eso es lo que dice. Y, ¡convéncete de una buena vez!, no te va a dejar volver, no volverás nunca más, no me harás daño jamás.

Por ti he vuelto a escribir, te puedo soñar todas las noches, puedo cantar tu nombre infinitas veces hasta el alba, eres mi sol.